No se trata de llevarse los abuelitos a sus casas. Lo que busca el asilo de ese municipio es que la comunidad con detalles hagan sentir especiales a los ancianos en medio del encierro por el covid-19.
Es inevitable negar que, a un año de la llegada del covid -19, el mundo ha cambiado y la forma en que vivimos también. Este virus indudablemente ha afectado a todos, pero los que se han visto más expuestos son nuestros adultos mayores, pero, ¿qué tal si una llamada, una visita o un abrazo hiciera la diferencia en la vida de nuestros abuelitos?
Pues bien, la Casa del Abuelo Divina Misericordia, ubicada en Guamal, ha propuesto una maravillosa iniciativa bajo el nombre de ‘adopta un abuelo’ y aunque muchos creerán que consiste en llevarse a sus casas a un adulto mayor, pero, se trata de otra cosa.
Con la iniciativa lo que se busca es que, cualquier persona, aunque no viva en ese municipio del Magdalena, puede llamar al asilo y hablar con uno de los 20 abuelitos que allí viven y así dedicarles tiempo, hacerlos sentir personas importantes, enviarles algún detalle, pero, sobre todo, darles amor y cariño.
Sobre esto, Lucy Castro, encargada del asilo de Guamal, le contó a El Diario del Sur que, antes de la cuarentena, la mayoría de adultos mayores que tenían familia pero que estos trabajaban y no podían cuidarlos, llegaban a la Casa del Abuelo Divina Misericordia a las 10:00 de la mañana y se iban a sus casas a las 6:00 de la tarde.
Allí recibían alimentos, cuidados, pero sobre todo atención y cariño. Sin embargo, cuando empezó la cuarentena, 20 abuelitos se quedaron de forma permanente en el asilo, pero ellos no entendían por qué todos empezaban a usar tapabocas e incluso no sabían por qué ya no los llevaban a pasear a la calle.
“La cuarentena, al comienzo me cambió el chip sobre todo a mí porque los adultos mayores son más propensos a la enfermedad. Me volví loca buscando la forma de que no se infectaran, y ellos preguntaban que por qué los tapabocas, que por qué ya no los llevaban a la calle, se asustaron un poco. Pero nosotros intentamos que acá dentro fuera otro mundo. Allá en la calle estaba la pandemia, pero, acá hacíamos bailes, teatro para entretenerlos, acá adentro era otro mundo”, le manifestó a este medio digital Lucy Castro.
Un hogar que con actividades ha hecho de la vida de los abuelitos una más feliz en medio de la pandemia
Castro también contó que, día a día se realizan juegos, actividades lúdicas y recreativas, bailes, teatro y danza para alegrar la vida de los abuelitos de Guamal, pero, requieren del apoyo de la comunidad para que los adultos se sientan aún más especiales y no se entristezcan por el encierro.
Por eso, si bien es cierto que se requieren donaciones de insumos, alimentos e implementos de aseo, lo que más buscan las personas que allí trabajan es que la comunidad les brinde a los abuelitos amor, respeto, compañía y atención.
Una labor que requiere de amor, entrega y dedicación
La encargada del asilo de Guamal, Lucy Castro, dijo que, desde el 2013 empezó esa misión de dedicarle su vida a los abuelitos pues, es hija de padres separados y su padre falleció, por eso sintió la necesidad de construir un gran hogar.
“trabajo sobre todo por los abuelos que no tuvieron hijos, los que se encuentran en condición de abandono, y otros que también necesitaban estar en el asilo porque los hijos trabajaban y no pueden atenderlos”, comentó Castro.
La Casa del Abuelo Divina Misericordia se fundó hace ocho años, y actualmente son cuatro las personas que trabajan en el lugar. Lucy es la encargada, pero recibe el apoyo de una chica que se encarga de preparar los alimentos y las meriendas que reciben los abuelitos; asimismo, trabaja la señora que hace el aseo y el celador.
Si bien, el asilo recibe 60 millones de pesos anualmente por parte de la Alcaldía, los cinco millones que se usan en cada mes no son suficientes para comprar los elementos necesarios de los adultos mayores, hacer mantenimiento del lugar y pagar a los empleados.
Por eso, se reciben donaciones de todo tipo para que así, los abuelitos guamaleros puedan tener una vejez digna. Las personas interesadas en realizar donaciones, pero también en ‘adoptar’ a un abuelito, pueden comunicarse al siguiente número: 3016049851.
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