El tener que caminar con dos muletas no fue impedimento para que alcanzara grandes logros profesionales.
Mientras en Colombia se marcha este miércoles en contra de la reforma tributaria, el gremio de la educación, uno de los sectores que más se hace sentir, perdió a uno de sus integrantes.
Los corazones de los docentes de Guamal, Magdalena, lamentan la partida de Adelso Narváez Arias, un hombre que dedicó gran parte de su vida a la educación.
Narváez Arias, quien falleció este 28 de abril a causa de un infarto al miocardo, trabajaba en la Institución Educativa Departamental Bienvenido Rodríguez, en la sede primaria San José, del corregimiento de Pam Pam.
Querido en su comunidad, Edelso será recordado siempre como una persona que, a pesar de presentar una discapacidad en sus piernas, demostró que estaba hecho para grandes cosas. Ejemplo de fortaleza y perseverancia, así fue descrito el docente por algunos de sus compañeros.
Toda una vida al servicio de la juventud a través de la enseñanza y el aprendizaje
Adelso Narváez Arias cursó estudios primarios en la Escuela Rural Mixta San José de Pam Pam y realizó su bachillerato en la escuela Bienvenido Rodríguez, donde se graduó de Bachiller Pedagógico en 1987.
Su vida de formación académica es un ejemplo digno de admirar pues, pese a que solo podía caminar con la ayuda de dos muletas, esto no fue impedimento para que ‘volara’ a cumplir grandes sueños.
Realizó estudios de pedagogía en la Normal de Sincelejo y posteriormente hizo una licenciatura en Educación Física en la Universidad Autónoma de Colombia.
Con disciplina y dedicación se hizo nombrar docente municipal
Para el año 2001 fue incluido en el escalafón nacional docente, mediante el decreto 2277. Y hasta el último de sus días hizo lo que quizá más amaba, dedicarse a la enseñanza, transmitiendo conocimientos a niños y jóvenes.
Sus compañeros y colegas dedicaron para Adelso unas palabras, y las quisieron compartir con El Diario del Sur.
“Hoy cobra mucha actualidad lo versículos escritos en el libro de Isaías, 25-4: ‘Porque tú has sido baluarte para el desvalido, baluarte para el necesitado en su angustia, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor; pues el aliento de los crueles es como turbión contra el muro.
¡Gracias Señor por acoger en tu reino al discípulo, al compañero, al maestro Adelso Narváez Arias! Brille para él la Luz Perpetua”.
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